jueves, 27 de junio de 2013

La vida de Lily Collins.

Hola, mi nombre es Lily Collins, alias ''Lil''. Nacida en Texas una noche fría y húmeda de 1996.
Os voy a contar mi historia, aquellos pensamientos que a nadie mostré por cobardía y miedo, aquí me abro para que sepáis, que la vida de un adolescente no siempre es fiesta, chica/os, drogas y alcohol.
CAPÍTULO 1
Aquella mañana me desperté un poco exhausta pues había tenido una gran pesadilla y lo había pasado realmente mal. Hasta en el subconsciente ví el lado más oscuro.
Bajé a desayunar, no tenia hambre, como de costumbre, había tostadas y un vaso con zumo de naranja, parecía apetitoso pero la idea de comer, me revolvía el estómago.
-Lil, tienes que desayunar, ¿no te parece que deberías tomar algo? se te ve cansada y... pienso que deberías...Dijo mi madre envolviendo sus brazos en las mangas del batín.
-No mamá, no me apetece, he pasado mala noche y se me ha revuelto el estómago, estaré bien. La dije entrecortando sus palabras.
Subí a mi habitación con aquella mirada de mi madre, fija en mí. Aquello me inquietaba, odiaba que las personas me mirasen, se fijasen en mi, simplemente, no me gustaba ser el centro de atención.  Supongo que ser el centro de algo no implica ser deseada ni cosas positivas, así que si, podría pasar, que algún día, fuese ese punto minúsculo entre una multitud en el cual se fijasen.
Si sabía algo seguro, es que aquel día no estaría preparada.
El instituto Folks Garden se encontraba a escasos minutos de mi casa, aquello me gustaba, pues no tenia que hacer apenas esfuerzo en llegar, y podía apurar minutos en mi casa antes de poner rumbo a mi pesadilla, si, para mi el instituto, era una pesadilla.
Después de fríos minutos paseando por las calles de aquella ciudad, llegué, crucé la puerta y me dirigí a mi correspondiente clase, aquel día tocaba clase de Biología. Viendo como deslizaba mis pies sobre el sucio, duro y blanquecino suelo de los pasillos, me recorría medio instituto sin apenas musitar una pequeña palabra, aquel sitio era la mayor sensación de soledad e impotencia que puede azotar contra una persona débil, una persona como yo.
CAPÍTULO 2
Allí me hallaba ante una puerta de madera oscura, el pasillo estaba solitario dejando que las voces de los profesores resonaran sobre las paredes. Cada uno hablaba de un tema en concreto, que si el teorema de Tales, la sintaxis, el renacimiento, las células... es decir, temas infinitamente aburridos.
De repente se escucho la grave y destacada voz del profesor Waill, mi profesor de biología  y en aquel instante, cuando sus palabras procedentes de detrás de aquella puerta taladraron mis profundos oídos, me di cuenta que otra vez había llegado tarde.
''Mierda", musité a regañadientes.
-¡Valla! Buenos días senorita Collins. Debe de sentirse orgullosa, a llegado 1 min antes con respecto a los demás días, su próxima meta es de ¡¡¡LLEGAR 15 MIN ANTES!!!!. Aquel grito me sobresaltó  provocando que diese un saltito realmente ridículo, aquello desató un sonoro coro de risas.
-Perdone señor Waill, el despertador no me sonó a la hora debida, y ya sabe...Dije con tono de disculpa agachando levemente la cabeza.
-Tendré que llamar a su madre, al parecer tiene una mierda de despertador que la hace retrasarse todos los días de este puñetero curso. Anda, siéntese y prosigamos con la clase. Dijo con un molesto tono.
Llegué hasta mi pupitre, en el otro extremo de la clase, bajo las penetrantes mirada de mis compañeros y risas disimuladas que atentaban contra mi ser. Yo, como de costumbre, pasé olímpicamente de aquella gente que, aunque les conociera de hace unos cuantos años, no se les podría ni llamar compañeros.
Me senté, dejé la mochila y abrí mi libro de Biología por la página 89, ''La mitosis de las células''. Me daba la sensación de que iba a ser un largo día...